miércoles, 10 de diciembre de 2008

tributo Audrey Mestre


La apneísta Audrey Mestre falleció el pasado 12 de octubre de 2002 en la República Dominicana al intentar batir el récord mundial de profundidad en la modalidad “no limits”, que ostentaba su marido y entrenador Francisco “Pipín” Ferreras tras alcanzar los 162 metros de profundidad.
os habíamos acostumbrado a asociar el nombre de Audrey Mestre con los diferentes récords de profundidad batidos últimamente, ya fuera sola o en compañía de su compañero “Pipín”. Su trabajo conjunto les había permitido vencer al mar hasta ahora, pero la eterna búsqueda de los límites de la resistencia humana ha sufrido un trágico revés. El mar se ha cobrado un doloroso tributo en la persona de Audrey Mestre.

Estemos a favor o no de los récords de profundidad, es innegable que todos nosotros, los que buceamos en cualquier modalidad, prestamos bastante atención a cualquier noticia relacionada con el profundismo. Y entre estas noticias, hace algunos años que siempre destacaban los récords casi increíbles alcanzados por esta bella joven de 28 años.
Santo Domingo (República Dominicana). Eran las 12 de la mañana del sábado 12 de octubre de 2002. Audrey se disponía a batir todos los récords de profundidad al bajar hasta 171 metros con una sola inspiración. Un trineo de 90 kilos la bajaría a toda velocidad hasta el azul. En los entrenamientos efectuados en días anteriores, Audrey había conseguido bajar 166 e incluso 170 metros sin problemas, así que inició el descenso, confiada de que podría alcanzar su meta y que su hazaña sería reconocida.
Durante el descenso, pasó a gran velocidad por las cotas de control en las que se hayan los buceadores del equipo de apoyo. Pero una sensación de intranquilidad asoló el escenario de la competición cuando transcurrieron los 3 minutos, habituales en estas pruebas, sin tener noticias de ella.
Al cabo de casi 10 minutos, los buceadores aparecen en la superficie con su cuerpo, todavía con vida, pero Audrey muere en la ambulancia, camino del hospital, entre los brazos de “Pipín”, el actual campeón del mundo de apnea.
Tal vez su confianza en los excelentes resultados de sus entrenamientos previos la hizo bajar la guardia... tal vez hubo un fallo mecánico en el trineo… nada importa ya… nuestra campeona ya no está con nosotros. Esta vez la partida la ganó el “gran azul” y Audrey, simplemente, no lo consiguió.
La noticia nos golpeó a todos duramente. La difusión de la misma fue lenta; los medios de comunicación parecieron haberla dejado de lado y los medios especializados publicaron tan solo una breve nota, pero fue suficiente para dejarnos atónitos a todos.
Como resultado de este trágico incidente, la organización F.R.E.E. ha eliminado la modalidad de descenso de “peso variable ilimitado” -o “no limits”- de la lista de competiciones homologadas, siendo los actuales récords los únicos que se reconocerán a partir este momento. Esta decisión se ha justificado basándose en los altos riesgos que conlleva esta práctica.
La modalidad “no limits” es la disciplina de buceo en la que los récords son más profundos, pero también la que se considera más peligrosa. Es la misma que aparece en la mítica película de Luc Besson, “El Gran Azul”.
F.R.E.E también ha suspendido las competiciones de descenso en la modalidad de “peso variable limitado”, hasta que se apruebe un nuevo sistema de seguridad. Asimismo se aplicarán restricciones a la modalidad de descenso con “peso constante”.


















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